26 de abril de 2012

EL ÚLTIMO ELVIS (ARMANDO BO, ARGENTINA, 2012)

CON LAS MEJORES INTENCIONES
El retorno del rey

El actual Armando Bo es nada más ni nada menos el nieto del legendario Armando Bo, aquel conocido director, escritor y actor nacional de las décadas del '60 y '70. Este sucesor homónimo desarrolló gran parte de su formación como director de comerciales, y comenzó su carrera en el cine como co-escritor del guión de Biutiful (2010), de Alejandro González Iñárritu. Sin más preámbulos, escribió (también junto a Nicolás Giacobone, su colega de Biutiful) y dirigó El último Elvis, su ópera prima. El film es un caso particular, ya que fue exhibido en la función de apertura del BAFICI, pero al mismo tiempo se trata de uno de los estrenos nacionales "tanque" de la temporada, es decir, es una producción de gran presupuesto, en la que están involucradas productoras como Telefé Contenidos o hasta el mismísimo Iñárritu. La calidad técnica del film da cuenta de ello: la fotografía es impecable, la cámara elaborada y compleja (la película cuenta con varios planos secuencia de excelente factura), una dirección de arte y diseño de vestuario insuperables y la banda sonora potente. Es por ello que las principales falencias de esta película no radican allí, en los rasgos técnicos, sino en el guión, en la estructura y desarrollo del conflicto. Por momentos, Armando Bo descansa demasiado en la interesante premisa que precede a El último Elvis, en lo llamativo de su argumento y de su personaje protagónico, y deja de lado el desarrollo dramático de la narración, dando lugar así a un film irregular e inconsistente que, aunque funciona, se encuentra plagado tanto de hallazgos como de desaciertos.

El vestuario, la iluminación, la fotografía y la imitación de John McInerny de Elvis son admirables.
La película tiene como protagonista a un imitador de Elvis de nombre Carlos Gutiérrez (John McInerny, uno de los mejores imitadores argentinos), este personaje que de día trabaja en una fábrica, ninguneado por su jefe, y de noche se convierte en el "Rey", en el mismísimo Elvis, ya sea en el escenario de un bar poco concurrido, en un casino o en un geriátrico. En constante conflicto y contrapunto con esto, se nos narra su vida familiar: divorciado de la que alguna vez fue su esposa, Alejandra (Griselda Siciliani), y con una hija pequeña, Lisa Marie (Margarita López), con la que le cuesta conectarse. Así, el protagonista sufre de una crisis de identidad intensificada por ambos flancos: su ausencia como Carlos Gutiérrez, padre de Lisa y ex marido de Alejandra (a quien insistentemente llama Priscilla, en referencia a la mujer del "rey"), y su anhelo de ser Elvis Presley, una de los músicos más influyentes del rock. Es entonces que sucede algo inesperado: Alejandra y Lisa tienen un accidente de auto. Su hija recibe sólo un golpe en la cabeza, pero su ex mujer queda internada, en coma y con graves lesiones físicas. Así, Carlos es literalmente forzado a hacerse cargo de su asunto, de cuidar a su hija y convivir con ella, y Alejandra pasa a ser su máxima preocupación. Esta vida, sin embargo, va en contra de su don natural, su otra vida, su pasión.
El film, como dijimos al comienzo, posee una estructura un tanto irregular (si pensamos en términos narrativos, es muy similar a la propuesta de El luchador (2008), de Aronofsky). Ya desde el comienzo, que se encuentra planteado de una manera sumamente interesante, la narración va a las corridas, a los saltos, como queriendo ganar tiempo para que el corte final de la película dure menos (apostaría por ello). El relato se ve entorpecido por este apuro para introducirnos al personaje y a su contexto, y así saltamos de situación en situación sin respetar los tiempos internos de esas escenas, que se encuentran desaprovechadas. Y este apuro evidente en los cortes y en la progresión dramática luego se estanca, hacia el final de la película. Pierde muchísima fuerza, muchísima vida que había logrado transmitir, y el crecimiento dramático se ve truncado sin motivo alguno.
Lo más destacable del film son las escenas musicales, con sus planos secuencia (el del principio, por ejemplo, logra crear una escena grandiosa, y es brillante en los tiempos que maneja, y su fotografía y encuadre son perfectos), justamente porque en ellas Bo se detiene, como si supiera (o quisiera hacernos saber) que allí radica lo más interesante de la película. Si hubiera usado este mismo ritmo para todo el metraje (y quizá quitado un puñado de escenas que no suman nada a la trama) estaríamos ante una muy buena película. En todas estas secuencias musicales, la voz e interpretación de McInerny es fantástica, lo cual juega en contra de su actuación. Por ley de contraste, esa ductilidad que muestra al momento de estar sobre un escenario y cantar no es la misma que encuentra en la actuación, en su papel como Carlos Gutiérrez. Así, sus diálogos son forzados y sus líneas no suenan muy convincentes. Por otro lado, las actuaciones tanto de Griselda Siciliani como de Margarita López son buenas, bastante sólidas en sus personajes (sobretodo la niña) aunque no destacan en demasía. Un ingrediente divertido de El último Elvis es ver y asociar todos los rostros de los viejos rockeros que se suceden en la pantalla con personalidades reconocidas de la música, como John Lennon, Iggy Pop o hasta el mismísimo Charly. Sus intervenciones en una fiesta o en el reclamo de dinero ante el sindicato aportan frescura y humor.

Griselda Siciliani en un papel en el que aporta lo justo y necesario sin destacarse en lo absoluto.
Pero volviendo a la estructura narrativa, la mayor deficiencia se encuentra en el final. En esa especie de epílogo prolongado (que en realidad funciona como resolución de todo lo planteado en la película) que resulta débil, raquítico y sentimentaloide. Puro capricho, no se encuentra justificado, funciona casi como un deus ex machina, en el sentido de que todo se resuelve en una conclusión que es completamente ajena a la trama, a la evolución de los personajes, al desarrollo dramático que habíamos presenciado hasta el momento. Lo que se propone a sí mismo como un íntimo sacrificio, como un acto emotivo propio de un héroe (o un antihéroe, en este caso) resulta un recurso articulado a contrapelo de la historia, con el único objetivo de crear un final colosal, magnífico, tremendo, glorioso y trágico dentro de una historia que hasta el momento se había presentado como humilde, sencilla y sinceramente emotiva. Bo falla en combinar esa vida de Elvis con la vida "familiar" de Carlos, y allí está el problema. Ambos universos, desde el comienzo, son incompatibles (o al menos así son presentados), y el director pareciera que nunca termina de decidir entre ambos.
Igualmente, y hace falta repetirlo, es un film que funciona, y eso no es poco decir.


CALIFICACIÓN





15 comentarios:

  1. Otra vez la tan contada historia del tipo en decadencia, con un trabajo mediocre, divorciado, con pésima relación con sus hijos que no encuentra mejor solución para su vida que la que toman. No muy buenas actuaciones, recursos forzados, poco desarrollo de la relación con su hija (de un día para el otro ya esta resuelto todo lo que parecía que iba a ser el punto fuerte de la peli, que era la relación entre ambos), muy largas las escenas de las canciones (igualmente muy buen cantante, por cierto) y un final muy dilatado que no soluciona nada. Con la misma idea y mismos recursos de filmación, El Luchador esta muchísimo mejor lograda.

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    1. Estoy de acuerdo con vos en gran parte de tu comentario. Se trata de una película bastante menor que ha sido increíblemente inflada por la crítica y los medios. Lamentablemente, frente al cine nacional la crítica y el público actúa de dos formas determinadas, ambas igualmente equivocadas: la película o es completa y absurdamente magnificada (generalmente para motivar la generación de una mayor cantidad de público, como es este caso), o se la deja de lado rápidamente y no tiene mayores repercusiones (como es el caso de El Campo, película que te recomiendo ampliamente si aún no la viste).
      Pensar que la primera película tuvo más de tres veces cantidad de público que la última me deprime ampliamente.
      Muchas gracias por el comentario!
      Te mando un saludo!

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    2. Casi todas las películas hoy en día cuentan las mismas historias, la cuestión es sobre cómo lo hacen.

      P.D. Soy el mismo anónimo que comentó más abajo.

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  2. Esta pelicula me gustó mucho, más allá de los detalles técnicos que hacen que a un "crìtico de cine" no le guste, me pareció genial como se planteó el tema y como se resolvió. El final fue totalemente épico. A veces hay que mirar cine con el corazón, no tanto con la cabeza.

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    1. Marco! Cómo te va? Creo que no entendiste nada de lo que escribí. Los detalles técnicos de los que hablás son justamente excelentes en El Último Elvis, y me parecen el rasgo más sobresaliente de la película. A los "críticos de cine" les encantó el film, así que no veo un problema allí. A mí, particularmente, no me pareció gran cosa, y el final me pareció errado dramáticamente. Y no soy un crítico de cine ni tengo ínfulas- ni ganas- de pertenecer a ese clan. Soy un mero espectador, y como tal, cuando miro una película, lo hago con ambos- cabeza y corazón. Te admiro- aunque no te envidio en lo más mínimo- por poder sentarte a ver un film sin pensar.
      Muchas gracias por el comentario!
      Saludos!

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  3. Puede ser que yo no haya entendido nada de lo que escribiste, o que vos no hayas entendido nada de lo que viste, en cualquier caso: ¿Qué gran final hubieses hecho vos, gran director?

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    1. Puede ser que no haya entendido nada de lo que vi; la planeo ver de vuelta en estos días porque desde entonces me dieron ganas de reverla. Y sobre el final, no tengo propuestas, simplemente no me gustó. Y no hay más que eso. Me alegro que a vos sí, y no tengo bronca con vos porque sea de esa manera. Las diferencias de criterio no son problemas personales, Marco! Al contrario, gracias que existen.
      Saludos!

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  4. ¿Te diste cuenta que a las películas argentinas siempre tenes aaaaalgo que agregar o quitar? encima por pensar en lo que debería ser, debe ser típico de directores frustrados... en cambio las q son de un director de renombre y de afuera son impecables... típico vendepatria.
    Che y si te gusto mas El campo xq no escribiste sobre ella? en vez de venir a tirar abajo esta.
    Para q no sean todas pálidas: concuerdo en que acá, en general, las no tan buenas se sobrevaloran (q prefiero eso) y las mejores pasan desapercibidas.

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    1. Sí, acá somos todos vendepatria!
      Quizá la buscaste pero no la encontraste (suele pasar, a veces, a algunos), pero acá está el análisis de El Campo: http://www.cinematografobia.com.ar/2012/05/el-campo.html
      Y, por si seguís teniendo problemas con buscar en un índice, fijate las otras varias películas nacionales sobre las que hay análisis muy positivos en esta página: Infancia Clandestina, La araña vampiro, Dioramas, Abrir puertas y ventanas, entre otros títulos del año pasado.
      Un saludo y gracias por los múltiples comentarios altamente constructivos!

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  5. Con todo el respeto creo que tu punto de vista es equivocado. Comentas un film sobre un imitador de Elvis y NO ES ASÍ. Si repasas la pelicula desde el principio verás como con mucha astucia, nos pretenden hacer creer éso pero en realidad estamos viendo a un tipo que ES Elvis Presley (al menos para él). El final es el único posible

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    1. Hola! Antes que nada, gracias por el comentario! Es una película que quiero volver a ver, ya que ésta es la impresión que tuve al momento de verla, y nunca la repasé.
      Entiendo tu punto y lo respeto! No me atrevo a decir que hay puntos de vista equivocados (son, justamente, puntos de vista, ¿verdad?). A mí, particularmente el final, me resultó muy frío, distante y poco interesante. Un saludo!

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  6. Muy buena critica. Pusiste en palabras mi sensación de la película. Funciona, pero sin rigurosidad...

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    1. Hola FerMan! Muchas gracias por el comentario! Te mando un saludo!

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  7. Me reí mucho con el comentario del Anónimo que dijo lo de "vendepatria" y todo lo demás. Jajajajajaja No sé por qué, pero me mató de risa, es un pelotudo pero del tipo gracioso, al menos me pareció a mí así.

    En cuento a la película, realmente no me puse a pensar qué opinaba sobre ella luego de verla, quizás porque en sí la película es bastante corta y las fallas que presentó no incomodan demasiado. Pero ahora que me puse a leer esta crítica me doy cuenta que realmente se descuidó bastante la narración al descansar en el impacto de la historia, del peculiar personaje, de los números musicales, de los otros imitadores...

    El final no me desagradó, la verdad, y no está del todo desconectado con el desarrollo de la historia, lo que sucede es que no se desarrolló (valga la redundancia) de una buena manera, no hubo continuidad; en un momento crees que por fin su persona ha cambiado totalmente a la de Elvis, pero luego vuelve a mostrar rasgos del Sr. Gutiérrez. Y es lo que sucede a lo largo de la película, como dices, se va presentando todo junto, desordenado, a los tropiezos.

    En fin, una película decente que te entretiene por poco menos de hora y media, pero que pensando te deja la sensación de que se pudo haber hecho algo muy superior.



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    1. Hola Anónimo, gracias por tu comentario! Sí, lo de "vendepatria" es de no creer, y al mismo tiempo no me sorprende.
      Gracias por el comentario, estoy de acuerdo en que es una película decente y entretenida pero no mucho más que eso. Te mando un saludo, nuevamente gracias!!

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